Cuando se trata de construcción en entornos naturales, la madera sigue siendo el material predilecto por su capacidad de integrarse armónicamente con el paisaje y sus propiedades sostenibles. Sin embargo, construir en una ladera de alta montaña, bajo la sombra de dos majestuosos castaños, plantea retos únicos que requieren planificación minuciosa, precisión y una logística impecable. Este proyecto de construcción de dos viviendas de madera no solo ha superado estos desafíos, sino que lo ha hecho con excelencia.

El reto: construir en una ladera de difícil acceso

Este proyecto fue todo menos sencillo. La ubicación remota y el terreno accidentado plantearon desafíos logísticos importantes. Las viviendas debían construirse en una ladera de alta montaña, con acceso restringido y bajo la copa de dos imponentes castaños. Estos obstáculos requerían una solución logística innovadora para hacer posible la entrada de materiales y maquinaria.

Soluciones logísticas para terrenos complicados

La clave del éxito estuvo en el uso de camiones todoterreno de pequeño tamaño, los únicos capaces de acceder por los estrechos caminos que conducen a la zona de construcción. Sin embargo, esto no fue suficiente, ya que el espacio limitado bajo los árboles demandaba la utilización de una grúa con orugas capaz de maniobrar en terrenos irregulares y montañosos. Cada una de las piezas de las viviendas fue cuidadosamente diseñada y fabricada para no exceder la capacidad de esta grúa y del transporte disponible, garantizando que el montaje se realizara de manera segura y eficiente.

La estructura de las viviendas: un diseño pensado para la durabilidad

Una vez superados los desafíos logísticos, la atención se centró en la construcción de las viviendas en sí. Para maximizar la resistencia de las estructuras y aprovechar las ventajas de la madera, se optó por un sistema de tabiquería ligera, conocido por su ligereza y capacidad de aislamiento térmico, lo que la convierte en la opción ideal para entornos de montaña.

Fachada ventilada y tratamiento de la madera

Las fachadas exteriores se recubrieron con un friso de madera de pino de 22 mm, tratado con autoclave clase de uso 3 y acabado en aceite incoloro, lo que proporciona una durabilidad excepcional frente a las inclemencias del tiempo. Este acabado no solo protege la madera, sino que también resalta su color natural, integrando las viviendas de forma orgánica en el entorno natural.

La estructura de las paredes y vigas se construyó con madera estructural C24, impregnada en sales clase de uso 4, para garantizar la máxima resistencia y longevidad de la construcción. Este tipo de madera estructural es especialmente resistente a las condiciones climáticas adversas y asegura que las viviendas se mantendrán robustas y seguras por muchos años.

Interiores acogedores con materiales de calidad

El diseño interior de las viviendas se basó en la calidez y la funcionalidad. Para los suelos, se optó por una tarima maciza machihembrada de pino, un material que no solo ofrece durabilidad, sino también una calidez natural que mejora el confort interior.

Las paredes se revistieron con friso de abeto de 18 mm, terminado en blanco translúcido. Esta elección permite que los interiores se mantengan luminosos y espaciosos, creando una sensación de amplitud y serenidad en cada habitación.

Diseño moderno para baños y áreas funcionales

A pesar de la estética rústica general de las viviendas, los baños y áreas funcionales se resolvieron con materiales modernos. Los cuartos de baño cuentan con paneles de yeso de alta densidad y suelos de gres de fácil mantenimiento, combinando estilo contemporáneo con funcionalidad práctica. Además, se utilizaron azulejos para asegurar la durabilidad en estas zonas húmedas.

Elementos adicionales que aportan confort y funcionalidad

No solo se trataba de construir viviendas bellas y resistentes, sino también de proporcionar el máximo confort a sus ocupantes. Las casas están equipadas con chimeneas, que no solo añaden calidez en los meses más fríos, sino también un encanto acogedor típico de las casas de montaña. Además, se instalaron calentadores de gas para garantizar una temperatura confortable durante todo el año.

En cuanto a la funcionalidad, una de las viviendas incluye una entreplanta, un recurso arquitectónico que aprovecha la altura de la estructura para aumentar el espacio útil en el interior. Esta entreplanta añade un toque moderno y práctico, ofreciendo espacio adicional sin comprometer la estética del diseño.

Un entorno que enamora: vistas privilegiadas

Uno de los mayores atractivos de estas viviendas es su ubicación en altura, que ofrece unas vistas inigualables del paisaje montañoso. Al estar rodeadas de naturaleza, los habitantes pueden disfrutar de la tranquilidad del entorno, con la seguridad de que su hogar no solo es estéticamente agradable, sino también confortable y acogedor.

La integración de las viviendas con su entorno natural es perfecta, permitiendo que la naturaleza no solo sea parte del paisaje, sino también una fuente de energía y bienestar. Las vistas desde las ventanas y terrazas de estas casas brindan una conexión ininterrumpida con la naturaleza, haciendo que la experiencia de vivir en ellas sea simplemente única.

Construcción sostenible: eficiencia y respeto por el entorno

La construcción en madera no solo aporta belleza y calidez a las viviendas, sino que también es una opción altamente sostenible. En este proyecto, el uso de madera tratada y materiales de alta calidad asegura que las viviendas sean respetuosas con el medio ambiente, al tiempo que ofrecen una eficiencia energética sobresaliente.

La madera, por su naturaleza, es un material renovable y reciclable, lo que la convierte en una opción ideal para aquellos que buscan reducir su huella ecológica. Además, la combinación de chimeneas y calentadores de gas garantiza que las viviendas sean eficientes en el consumo de energía, lo que también contribuye a su sostenibilidad a largo plazo.

Conclusión

La construcción de estas dos viviendas de madera en alta montaña, bajo la sombra de dos imponentes castaños, es un ejemplo claro de cómo la ingeniería, el diseño y la logística pueden trabajar de la mano para superar los retos más complejos. Desde la planificación meticulosa hasta la selección de materiales de alta calidad, este proyecto demuestra que es posible construir en entornos naturales sin comprometer ni el confort ni el respeto por el entorno.

Si estás pensando en un proyecto similar, estas viviendas son una fuente de inspiración que demuestra que, con la combinación adecuada de materiales, tecnología y experiencia, no hay reto que no se pueda superar. Disfrutar de una casa de madera en la montaña es posible, y el resultado puede ser tan espectacular como funcional.

Arquitectos: DTR Studio
Fotos: Juanan Barros – Fotografía de arquitectura